En este ingenioso pastiche temprano, Lovecraft adopta la voz del moralista del siglo XVIII Dr. Samuel Johnson, quien afirma haber sobrevivido mucho más allá de su propio siglo. Escrita en un estilo deliberadamente arcaico, la obra presenta las reflexiones de Johnson sobre el paso del tiempo, el declive de las buenas costumbres y el extraño progreso de la sociedad moderna. A través de su humor seco y su erudita indignación, el relato se burla con delicadeza tanto de la confianza de la Ilustración en la razón como de la obsesión del mundo moderno por la novedad.