La teoría de los valores es el paradigma de aproximación entre Derecho y Cultura en la tradición neokantiana, al mismo tiempo que es la idealidad y la simbología de lo que trasciende al poder y a lo individual, así como a lo colectivo, es la proyección del ente más completo en busca del Ser, en su dirección y completitud, la cual nadie puede dominar, sino completar; en el campo jurídico está más allá de la decisión y de la norma, es la idea de justicia que contiene lo máximo ontológico y finalístico del Derecho. Radbruch dejó esto muy claro en su teoría de los valores, ampliando la mera seguridad jurídica como valor base del Derecho, pero no suficiente para combatir el arbitrio judicial o ejecutivo, abriendo nuevos caminos para la hermenéutica jurídica y la función crítica del Derecho al poder.