El libro trata de un descubrimiento. Algo que estaba escondido, se revelo, produciendo un alborozo y surgió una necesidad, que precisaba ser satisfecha. Chavela Vargas fue la descubierta que la llevó a uno universo de emociones. Ellas precisaban ser trabajadas y, para eso, sería necesario conocer a la artista y su mundo. El viaje a México fue el encanto que el alma buscaba. En la tierra de Chavela, la autora fue a encontrarse, revelando algo que ya estaba en si misma: el arte como manifestación de la vida.