Pedro Pablo y la ciudad perdida, cuenta la historia de un joven sencillo, de un pequeño pueblo del gran San Pablo, Brasil, reacio a los males de la vida cotidiana, que intentaba ajustarse al comportamiento estándar de la mayoría... en su opinión. A pesar de ser muy joven, y con poco conocimiento sobre la Historia de la Humanidad, se sintió atraído por este bagaje de conocimiento cultural, disponible en los libros. Sin embargo, centrado en la mitología, anhelaba desentrañar o ver desvelados, algunos de estos misterios tan ricos en historias, como de otras civilizaciones, que quizás nos precedieron, como la Atlántida o Eldorado. Y cuando ganas un viaje a la Cueva del Diablo, te imaginas la posibilidad de encontrar respuestas a algunos de estos misterios en su interior, descubriendo una ciudad subterránea, escondida y habitada. Su deseo de encontrar una ciudad perdida era tan grande que cuando recibió el bono del tour, tuvo un sueño memorable, descubrir a un pueblo aislado por más de 400 años en su país, descendientes de hindúes. Al más puro estilo de los cuentos de hadas, conoce a la princesa, cuya gente está algo encarcelada, y juntos logran liberarlos. En este espacio de tiempo, un gran amor nace en sus corazones, por encima de los ideales. Sin embargo, toda esta búsqueda era un telón de fondo, en la búsqueda de la mujer ideal, perfecta a sus ojos, su alma gemela, que no visualizaba en ese momento. La mujer con la que esperaba compartir un gran amor a lo largo de su vida.