Muchas personas tienen como motivo de vida el crecimiento espiritual, unido a un deseo por dejar este planeta e ir a alguna parte mejor, más amorosa, con menos tristeza y más júbilo. Ahora sabemos que si tenemos suerte podremos igualmente volver a disfrutar del amor por la pareja y los hijos, del placer de estar en plena naturaleza o de recrearnos con las maravillas artísticas realizadas por el Hombre.