En "Mi Amigo, el Asesino", Arthur Conan Doyle presenta un relato tenso y moralmente ambiguo ambientado en una prisión australiana durante la fiebre del oro. A través de los ojos de un médico, conocemos a un preso cuya calma oculta un pasado inquietante. A medida que cuenta su historia, las cuestiones de culpa, justicia y redención difuminan la línea entre confesión y manipulación, dejando al lector incierto sobre dónde reside la verdad.