En este breve cuento, Lovecraft presenta una inquietante visión de un mundo poshumano en ruinas. Un demonio guía a un genio en decadencia a través de los restos de un antiguo valle, reflexionando sobre la caída de una civilización que en su día fue grande y que ahora se ha perdido en el tiempo. Mientras contemplan el silencio, la decadencia y la impermanencia de los logros humanos, la obra se convierte en una meditación sobre la memoria en sí misma: cómo incluso los imperios más grandiosos acaban desapareciendo en el olvido.