En el libro, Hill afirma que el Diablo tiene un interés especial en controlar a las mujeres. Cree que las mujeres son más susceptibles a sus trampas porque son más emocionales y menos racionalistas.
El Diablo utiliza una variedad de estrategias para controlar a las mujeres, que incluyen:
Miedo: El Diablo usa el miedo para paralizar a las mujeres e impedirles alcanzar sus objetivos. Puede utilizar el miedo a la pobreza, la crítica, la pérdida, el rechazo y la muerte.
Duda: El Diablo utiliza la duda para socavar la confianza de las mujeres en sí mismas. Puede hacerles dudar de sus capacidades, de sus capacidades y de su valor.
Culpa: El Diablo usa la culpa para hacer que las mujeres se sientan inferiores y merecedoras de castigo. Puede hacerlos sentir culpables por sus pensamientos, sentimientos y acciones.
Celos: El Diablo usa los celos para hacer que las mujeres se sientan inadecuadas e inseguras. Puede hacer que se comparen con otras mujeres y sientan que nunca serán lo suficientemente buenas.