Los días de Birmania es una crítica mordaz al imperialismo británico, ambientada en los últimos años del dominio colonial en la Birmania de los años 20. A través de un retrato sombrío de la vida en una pequeña ciudad birmana, George Orwell expone la hipocresía, el racismo y la corrupción moral presentes en el sistema colonial. La novela examina la alienación del individuo dentro de un orden social rígido, y la lucha entre la conciencia personal y las presiones de una estructura política opresiva.
El protagonista, John Flory, un comerciante británico desencantado, sirve como vehículo para explorar la tensión entre la resignación y el deseo de justicia. Su relación con una joven inglesa recién llegada y su amistad con un médico indio ilustran las dificultades de cruzar las fronteras sociales y raciales impuestas por el poder colonial. A través de estas relaciones, Orwell desarrolla temas como la soledad, la cobardía moral y el fracaso del idealismo en un mundo profundamente dividido.
Desde su publicación, Los días de Birmania ha sido valorada por su mirada crítica y su estilo directo. La obra anticipa muchas de las preocupaciones éticas y políticas que Orwell desarrollaría más adelante en su carrera. Su vigencia radica en la capacidad de revelar las dinámicas de poder y exclusión, así como las contradicciones internas de quienes habitan sistemas opresivos. Al desentrañar los dilemas personales en un contexto histórico complejo, la novela invita a reflexionar sobre la responsabilidad individual frente a la injusticia estructural.