En la árida inmensidad del interior del noreste, una granja carga con el peso de pactos olvidados y sacrificios antiguos. Allí, entre el murmullo del viento y el silencio de la tierra, la joven Clara descubre un vínculo inquebrantable con la tierra que sostiene y consume a su familia. Guiada por visiones y voces ancestrales, Clara profundiza en los secretos de un pasado que hunde sus raíces en el presente, desenterrando rituales que marcaron generaciones y revelando el precio final de las promesas hechas y nunca cumplidas. Dividida en tres partes –La Tierra en silencio, La sangre de la Tierra y El último aliento de la Tierra–, esta novela lleva al lector a través de una narrativa en la que el realismo mágico latinoamericano florece en un interior místico, donde las fronteras entre los vivos y los muertos se vuelven tan permeables como el suelo que cobra su precio en sangre. Cuando el pozo de la granja se convierte en un portal, los espíritus de los antiguos residentes comienzan a emerger, trayendo consigo una maldición que amenaza con destruirlo todo y a todos. En medio de un colapso inminente, Clara, ahora más que una simple mortal, se ofrece como el máximo sacrificio, convirtiéndose en la guardiana de la tierra que tanto amaba y temía. En esta obra, Raúl G. M. Silva crea una historia visceral y conmovedora sobre la redención y la tragedia, donde el pasado nunca permanece enterrado y la tierra guarda en silencio sus oscuros secretos.