“La iconografía cristiana y, sobre todo, la representación de Cristo, se basa en la doctrina de la encarnación. De la misma manera que el teólogo se expresa a través del pensamiento, el iconógrafo, a través de su arte, expresa la verdad viviente, la revelación que posee la Iglesia en forma de sus tradiciones. Más que cualquier otra imagen sagrada, el ícono de Cristo “no realizado por manos humanas” expresa el principio dogmático de la iconografía”.Padre Daniel RousseauEsta obra analiza la evolución de los conceptos temáticos de los pintores desde el periodo bizantino, a través del principado de Kiev, hasta la culminación en el imperio ruso.Sin importar las técnicas y los materiales usados, como la madera, el oro y la témpera, ni los antiguos cánones de la iconografía, la representación artística de la santidad revela una nueva expresión de la humanidad en cada etapa de la historia.