De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que sube por otro, que es un ladrón y un ladrón. Pero el que entra por la puerta, este es el pastor de las ovejas. Para él, el portero abre, las ovejas oyen su voz, llama a sus propias ovejas por su nombre y las saca. (Juan 10: 1-3) Las ovejas de Cristo no son el mundo entero, sino las que el Padre le dio al Hijo. Cristo llama a sus ovejas y ellas escuchan su voz y lo siguen. La fuente de todo esto es la elección soberana de Dios en la eternidad pasada. Si crees en Cristo Jesús, Dios te amó con amor eterno y te reclamó para ti.