Ernesto mantiene un turbulento romance con Rosina, marcado por idas y venidas amorosas. Cuando descubre que ella también tiene un segundo pretendiente, los dos indignados rivales unen sus fuerzas para desenmascararla. La historia, con la ironía característica de Machado de Assis, revela el juego de apariencias y manipulaciones en las relaciones amorosas de la élite carioca.