Un exseminarista irlandés, un idealista nigeriano, un lascivo, homosexual y alcohólico hombre de negocios y un traficante de droga, ambos nigerianos, con un grupo terrorista y un despiadado magnate americano del petróleo, conjuntamente con la aparición de una joven de excepcional belleza y con el telón de fondo del oro negro se conjugan, manipulados por los servicios secretos de China y EE. UU. para convertir a Nigeria en uno de los países más peligrosos del mundo. Un país que sufrió las secuelas de un imperialismo esquilmador y corruptor y que la independencia ha contribuido, si cabe, a agravar. Con unas élites incapaces y egoístas que solo buscan medrar. Los personajes se ven dirigidos y manipulados, desbordados por unos acontecimientos provocados por unos poderes fácticos que ni las autoridades nigerianas ni los propios interesados pueden descifrar y mucho menos controlar, son peones de una diabólica lucha por el poder entre un imperio en declive, los Estados Unidos, y otro que quiere ocupar su lugar, la China comunista-capitalista.