El Patriotero, de Heinrich Mann, es una novela satírica y crítica que retrata el autoritarismo, el servilismo y la hipocresía en la sociedad alemana del periodo guilhermino, anterior a la Primera Guerra Mundial. A través de la figura de Diederich Hessling, un burgués oportunista y sumiso ante el poder, Heinrich Mann construye un retrato mordaz del ciudadano que se acomoda a las normas del sistema, reprime su individualidad y se entrega con entusiasmo a la ideología nacionalista y militarista dominante.
Desde su publicación, El Patriotero ha sido considerado una obra fundamental para entender los mecanismos sociales y psicológicos que prepararon el camino para el auge del totalitarismo en el siglo XX. Con un estilo irónico y penetrante, Mann critica la obediencia ciega, la doble moral y la decadencia de una sociedad que prioriza el orden y la autoridad sobre la libertad y la conciencia individual.
La relevancia de la novela sigue vigente por su capacidad de revelar cómo el conformismo y el culto al poder pueden corroer los valores democráticos. El súbdito invita a una reflexión profunda sobre la responsabilidad del individuo en la construcción de la historia colectiva, siendo una advertencia literaria sobre los peligros del autoritarismo disfrazado de virtud cívica.