Las enseñanzas filosóficas, éticas y morales siempre fueron el fundamento de todas las artes marciales, tanto en Europa, América, Oriente y Asia. Pero el consumismo y el materialismo ateo dejaron de lado las enseñanzas filosóficas y se dedicaron a transformar las mismas en luchas competitivas donde el sentido de honra e decencia fue dejado de lado y cambiadas por medallas y un poco de dinero