Este libro presenta un estudio detallado y revelador sobre la construcción del sentido de número en niños de educación preescolar durante el periodo de confinamiento y educación a distancia provocado por la pandemia de COVID-19. A partir de un enfoque cualitativo y contextualizado, la obra examina cómo las condiciones extraordinarias de aislamiento, el uso intensivo de tecnologías, y la mediación familiar influyeron en los procesos de aprendizaje matemático en la primera infancia.
La investigación documenta estrategias empleadas por docentes y familias para mantener el desarrollo del pensamiento numérico en contextos no presenciales, así como los desafíos y oportunidades que surgieron en este nuevo escenario educativo. Con base en observaciones, entrevistas y análisis de actos de aprendizaje de los niños, el libro aporta reflexiones clave sobre la resiliencia educativa y la importancia de adaptar la enseñanza del sentido numérico a realidades cambiantes.
Dirigido a educadores, investigadores y responsables de políticas educativas, este libro invita a repensar la enseñanza de las matemáticas en entornos emergentes, destacando el papel fundamental de la interacción, el juego y el acompañamiento emocional en el aprendizaje de los números durante tiempos de crisis.