Todos tenemos un maestro interior. Él se comunica con nosotros si se lo permitimos. En el momento adecuado, él se presentará ante ti. Sin embargo, necesitas tener oídos para escucharlo. Tu mente debe estar abierta para que él se exprese, para dejarlo actuar. Es él quien te guiará por el camino hacia tu liberación. Medita, permanece en silencio, y oirás la voz de tu maestro. Es en el silencio, en el silencio de tu corazón, donde lo encontrarás. Tu maestro es tu espíritu. Él es tu guía planetario. Síguelo para que puedas tener una vida fuera de esta escuela. Porque cuando hayas aprendido la lección por ti mismo, no habrá razón para retrasarte en el camino de la escalera divina.