La inclusión de nuevos instrumentos al Derecho Internacional Privado y a los Derechos Humanos ha ampliado enormemente las fronteras de aplicación de la normativa; pero éstos no siempre resultan contenedores de todas las posibilidades que se pueden presentar en la realidad.
Aunque los nuevos tratados y convenciones insisten en incluir nuevos grupos a las esferas de protección de los derechos humanos, no dejando espacio para lagunas jurídicas o vacíos lógicos, ocasionalmente los instrumentos no brindan todas las soluciones que se necesitan para afrontar y encarar los eventuales problemas que se presenten.