El libro se demuestra que Álvaro García Linera hizo más por Los agroindustriales y ganaderos de Santa Cruz, a quienes calificó "derechistas", "neoliberales".
La forma efectiva de beneficiar a estos sectores, fue con el paquete de "leyes incendiarias", a las que el Tribunal Internacional de la Madre Naturaleza, las calificó como "leyes ecocidas".
Resultado de la aplicación de estas leyes, entre los años 2019 y 2024, se desmontaron e incendiaron 20 millones de hectáreas de bosques, ocasionando al país, la pérdida de millones de seres vivos que habitaron los bosques y modificaron drásticamente el clima en la región chiquitana.
Todo inicia en el 50 aniversario de la CAO, donde compromete habilitar 1.000.000 de hectáreas de bosque por año, para favorecer la producción de soya y carne bovina. La manera más barata que encontraron para convertir boques a otros usos, fue con incendios forestales, protagonizados por "interculturales" del MAS, asentados en toda la región de la Chiquitanía y Beni, lugares de expansión agrícola y ganadera.