Esta aventurera ficción se basa en hechos reales que ocurrieron en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando potencias como Gran Bretaña -aliada a Portugal-, entraron en confronto contra los intereses de la Corona Española, buscando alterar a su favor el comercio marítimo en las Indias y establecer a la fuerza su supremacía global. El presente relato procura describir una parte de las maquinaciones que se establecieron en las altas esferas gubernamentales de dichos países, donde queda expuesto el vértice extremo de las confabulaciones, alcanzando a exhibir diversas flaquezas humanas como la codicia, la ambición, el cinismo, el arrobo y el egoísmo de algunos ignominiosos personajes que en ese momento deberían celar por la ejecución de políticas administrativas sin la necesidad de la prodigalidad de los bienes de la corona. Bajo esa confluencia perfecta de eventos, se tejieron enredos, complots y gatuperios que sólo satisfacían las ansias y las pretensiones de los soberbios que gobernaban en aquella época. Lo que nos lleva a pensar, tal vez, que no sea nada distinto de lo que ocurre hoy. Hay también quienes al leer esta historia, interpreten y hasta lleguen a aceptar lo que se ha querido invocar. Pero lo que el escritor vio, analizó y finalmente escribió, es una verdad razonablemente condicionada, en ocasiones ni siquiera es una verdad absoluta sino una simple y llana conclusión, lograda a raíz de las observaciones y las comparaciones puntuales -muchas veces sesgadas- que podrían afectar al autor de una manera y al lector de otra y que en consecuencia podrían ser iguales, parecidas o totalmente diferentes según el punto de vista donde cada uno de ellos se coloque.