Fedra de Jean Racine es una tragedia clásica que explora el poder destructivo de la pasión, el destino y el conflicto moral. Inspirada en la mitología griega y en las obras de Eurípides y Séneca, la obra sigue a Fedra, esposa del rey Teseo, quien se ve consumida por un amor ilícito e incontrolable hacia su hijastro, Hipólito. Mientras lucha contra sus deseos prohibidos, el engaño y la falta de comunicación conducen a consecuencias trágicas, resaltando la inevitabilidad del destino y los efectos devastadores de la debilidad humana.
Desde su estreno en 1677, Fedra ha sido celebrada por su verso elegante, profundidad psicológica e intensa carga emocional. El dominio de Racine del verso alejandrino francés clásico y su habilidad para retratar el tormento del alma humana han asegurado a la obra un lugar entre las más grandes del teatro clásico francés. Los temas de culpa, honor y la lucha contra el destino continúan resonando con el público de todas las generaciones.
La relevancia perdurable de la obra radica en su exploración de la fragilidad de la naturaleza humana y la tensión entre el deber y el deseo. Fedra sigue siendo una poderosa meditación sobre la pasión y la caída, ofreciendo una reflexión atemporal sobre las consecuencias de las emociones desbordadas y el ineludible control del destino.